Aquí estoy, son las 11:45 de la noche
agobiada porque no he terminado de hacer el ensayo de Claves de pensamiento
actual, pero por fin han comenzado a surgir las ideas. El agobio es una palabra que no había empleado
hasta que llegue a Pamplona, ni tampoco la había escuchado ya que no se la
emplea comúnmente en mi país. Pero es una palabra que la escucho a diario ya
que una de mis ami gas la dice todo el tiempo. Apenas leí el capítulo del libro
sobre el agobio pensé en está amiga. Se lo conté a mi amiga y en seguida
empezamos a platicar del tema. A decir verdad ella no se había dado cuenta que
la empleaba tan a menudo, pero no era porque todo le agobiara sino que era un hábito
que había adquirido. Esto es a lo que se ha vuelto esta palabra, un mal hábito.
¿Por qué nos agobiamos o mejor dicho
por qué no agobiarse? Hoy en día, la gente se agobia a diario, pero en su
totalidad no es tan malo como parece. Si no nos agobiamos no trataríamos de
hacer las cosas mejor. Es normal
agobiarse, es parte del ser humano, pero no al límite de agotarnos
emocionalmente. Las personas se han vuelto extremistas y se preocupan tanto por
cosas que no lo ameritan. Todo aquello que hacen incorrectamente o si toman una
mala decisión se lo atribuyen al agobio, siendo una simple excusa para librase
de la culpa. Ya no solo se agobian aquellos que tienen muchas responsabilidades
o grandes cargas que llevar. Hasta
aquellos que tienen los trabajos más simples, por lo mínimo que les pesa se
agobian, magnificando todo. Se agobian
hasta por lo que no tiene sentido, por simplezas de la vida.
Al decir verdad, me empecé a agobiar desde que entre a la
universidad, habiendo a mí alrededor tanta gente agobiada. Pienso que las
preocupaciones se van acentuando a medida que envejecemos nos volvemos
agobiantes, para un joven es más fácil hasta que pisa la universidad. El agobio
es una gran traba en la vida de cualquiera, porque nos impide racionalizar por
lo que tendemos a dejar las cosas peor de lo que estaban. Sin contar que afecta a nuestra salud. La persona agobiada tiende a retraerse y centrarse en aquello que
le preocupa dejando al resto a un lado. Existen dos clases de personas agobiadas: Las
que se centran en lo que les tienen agobiadas. También están las que huyen del
agobio pero sin olvidarse de él y haciéndose más daño con su subconsciente.
Unas de las consecuencias del agobio
es la depresión. La persona agobiada se centra en calmar su preocupación, pero
está tan agobiada que le impide pensar y relacionar con los demás. Se deprime
porque las cosas no le están saliendo como quería. Suelen decir a su favor que es por la falta
de tiempo y porque tienen demasiadas cosas. Para mí no son más que excusas. En realidad el agobio es
causado por aquel que lleva una vida desordenada y que no sabe vivir el
presente pensando solo en el mañana. Hay que aprender a poner buena cara al mal
tiempo. Estamos aquí para ser felices y hacer felices a los demás. Si algo no sale como lo que
esperábamos y fracasamos, debemos de
seguir adelante insistiendo pero con paciencia y buen humor. Dejando a un lado
al agobio es la única forma para que estemos en paz, satisfechos con nosotros mismos. No hay satisfacción más
grande que hacer lo correcto.
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